miércoles, 29 de junio de 2016

Diferencias entre amortización contable y amortización fiscal




Todas las empresas independientemente de su tamaño y del sector donde realicen su actividad necesitan abastecerse de una serie de bienes para llevar a cabo su actividad  y que van a permanecer en la empresa por un periodo de tiempo superior a un año, nos referimos al inmovilizado.
El inmovilizado de la empresa está compuesto por bienes propiedad de la empresa, necesarios para el desarrollo de su actividad, estos pueden ser tangibles como edificios, ordenadores, elementos de transporte o intangibles como  es el caso de los software informantico
Prácticamente  todos los elementos de inmovilizado que posee una empresa sufren una depreciación progresiva e irreversible de valor a lo largo del tiempo, debida al paso del tiempo, al uso del bien,  o al el envejecimiento tecnológico (obsolescencia tecnológica).
Esta depreciación o  pérdida de valor del inmovilizado que se va teniendo con el tiempo se le llama amortización del valor del elemento de inmovilizado se registrará en la contabilidad de a la empresa a través de un asiento de amortización.
La  amortización contable   se puede interpretar como una reserva de dinero que va acumulando año a año con el fin de recuperar la inversión inicial antes de que deje de ser utilizada por llegar al final de su vida útil, de manera que con esa reserva, la empresa podrá ser capaz de realizar la inversión que conlleva el deshacerse del inmovilizado actual y adquirir uno nuevo que lo reemplace, una vez que el  actual deje de ser útil o deje de funcionar.
La amortización es una cuenta de gasto que se utiliza con el fin de repartir la pérdida del valor del bien comprado entre todos los ejercicios en el que éste va a ser utilizado, en vez de declarar una pérdida enorme al final de su vida útil, es decir, refleja las pérdidas de valor del inmovilizado año a año. Asimismo, la amortización contable, y su imputación se muestra como un menor valor del Activo de la empresa de tal manera que los bienes aparezcan en el Balance por su valor real.
A través de  la amortización contable se busca indicar en qué medida el elemento ha contribuido a obtener ingresos debido a  su participación en el proceso productivo por lo que, se incorpora como gasto de ejercicio a la cuenta de resultados, pero a diferencia de otros gastos, no supone una salida de efectivo
La amortización fiscal aunque también hace mención al inmovilizado de la empresa, no tiene  la misma función puesto que su naturaleza es totalmente distinta.
La amortización fiscal, trata acerca del gasto deducible que ocasionan las amortizaciones dentro de la cuenta de resultados, es decir, la cantidad de amortización que la empresa puede deducirse durante el ejercicio y pagar más o menos impuestos dependiendo de cuáles sean sus circunstancias,  para ello, en España la legislación facilita una serie de tablas de amortización con coeficientes lineales y períodos de amortización máximos de los elementos del inmovilizado .
Es importante señalar que para que una amortización sea fiscalmente deducible debe en general, estar contabilizada
Por lo tanto la amortización fiscal y la contable no tienen porqué coincidir  siendo fundamental conocer las diferencias entre ambas puesto que dichas diferencias generan  unas diferencias temporales (debido a la aplicación de un criterio distinto en la imputación temporal de los  gastos) que afectan al cálculo del Impuesto de Sociedades y este hecho puede provocar desajustes en el balance de cuentas de la empresa.

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